miércoles, 5 de enero de 2011

Día de Reyes


Hoy, especialmente hoy, me pregunto cómo vivirán este día muchas personas. Hay muchas circunstancias por las que este día puede ser, no sólo uno más, sino un día triste. Y no sólo para niños.
Hogares rotos, que ya ni siquiera pueden llamarse hogar, o niños huérfanos, o niños con padres que no pueden permitirse ni un sólo regalo, o familias totalmente desestructuradas, o matrimonios sin hijos, ni sobrinos, o familias con graves problemas que empañan la felicidad e ilusión que supone este día para muchos.

¿Muchos? sí, somos muchos los que vamos hoy ver la cabalgata de reyes, cogemos caramelitos y vamos a casa a envolver regalos, algunos menos regalos de los que mañana vamos a recibir. Pero puede que también sean muchos para los que este día pasa por debajo de la puerta, sin hacer ruido.

Por eso, animo a disfrutarlo mucho, muchísimo, porque es uno de los días más especiales, y, aunque cada uno pueda considerarlo más o menos importante, lo cierto es que tenemos mucha suerte de poder juzgarlo a nuestro gusto.

A mi, me encanta. Y hoy estoy sensiblona, y he pensado en otros contextos y otras formas de vida.
¡Felices Reyes!

viernes, 31 de diciembre de 2010

Fin de año 2010...

¡Hola!

Despidamos este año que se va, 2010. Bonito número, y un buen año; con sus más y sus menos, como todos, pero con un balance bueno.

Más que un balance bueno, ha sido un año en el que las cosas buenas han eclipsado a las malas, que haberlas, haylas.

Y no voy a ser yo quien resalte las malas cosillas, que ahí han estado y ahí siguen.

Pero, ¡cuánto bueno me ha regalado el 2010! Los 31 de diciembre se me pasan por la mente millones de momentos de todo un año, desde el 31 de diciembre de 2009 mismo, hasta ayer por la noche, o hace un rato, en la cocina reiendo con mis padres, que preparan la cena.

Hechos destacables, por los que tengo que cerrar el pico a la hora de criticar este año: me he sacado el carnet de conducir, he estado trabajando 3 meses en una academia de profesores y 4 meses en un colegio, he ido a Dublín a ver uno de los mejores grupos que conozco, acompañada por un chico que cumplía uno de sus sueños, he vuelto a vivir la magia de Barcelona, incluso en su playa... y miles de momentos con familia y amigos que se me pasan por la cabeza, inolvidables.

¿Y lo malo? decepciones, desilusión, malestar, sustos, fracasos... ¿Y qué? pues que no, que ahora hay que olvidarlo, y dejarse la piel en que, desde hoy a las 12, empiece un año que pueda incluso superar al que se va.

¡Feliz año 2011 a todos!

domingo, 20 de junio de 2010

Gracias



Sólo puedo dar las gracias. Por esta etapa que he tenido la oportunidad de vivir. 4 meses inolvidables en los que he estado trabajando en lo que me gusta, ser maestra.

Ha sido duro, como todo al principio. Yo llegaba a ese colegio sin más experiencia que la de las prácticas en los cuatro años de carrera. Y me pusieron a prueba, teniendo que enfrentarme a una situación en el centro totalmente distinta a la misión que se me había encomendado en un principio, y a la cual me había hecho la idea.

Fueron días difíciles. Días duros, pero de aprender mucho, muchísimo. Tantas responsabilidades, tantas cosas a tener en cuenta, tantos pequeños problemas...

Pero a su vez estaban veinticinco personitas ganándose mi corazón día a día. Con sus sonrisas, sus ojitos brillantes ilusionados, sus trastadas, esas vocecitas inocentes, sus caricias, sus besos, sus increíbles ocurrencias, sus rabietas, sus "te quiero seño", su vitalidad a todas horas...

A día de hoy, y mirando atrás, veo que ha sido una experiencia totalmente enriquecedora. Que al principio me veía incapaz de llevarlo bien, pero que gracias a ellos he aprendido tanto... que ahora sí me veo capaz, y me veo útil, me veo... maestra.

Una parte muy importante de todo esto es el apoyo que he tenido por parte de mis compañeros. Algunos en especial, que han estado a mi lado ayudándome en todo lo posible, dando buenos consejos desde su ya sí considerable experiencia. Gracias a ellos también. He tendio mucha suerte.

Y cómo no, a mi gente, mis más allegados, siempre a mi lado en todo.

Pero esta entrada va para ellos. Justo quienes nunca van a leer esto, y quienes menos entienden todo lo que me han hecho vivir, mis niños. Gracias pequeños, os echaré de menos.